jueves, 7 de agosto de 2014

el helado y yo: otros sobris postizos

Su madre y padre son personas que quiero muchísimo. Que en estos tiempos me brindaron un lugar en su mesa para cenar. Para merendar, para lo que sea.
Isa y Simón - o chicho- son bien diferentes. Ella como se ve en la foto es pícara, me pelea siempre durante los primeros 10 mínutos, me provoca con su cara y su carácter para luego no parar de mostrarme todos sus nuevos pasos de baile. Poner música y armar un escenario para cantar. Al irme, nunca quiere que me vaya, siempre un ratito más.
Chicho, como se lo ve en la foto, es muy chicho. Quilombero, dulce, movedizo, copión de su hermana, la persigue por toda la casa, se mete en el escenario improvisado a cantar y bailar. Siempre, cuando estoy en su casa, como si supiera que son malos ratos, viene corriendo y me abraza. No se despega. No voy a decir que es así conmigo porque la verdad es que el es así con el mundo. Dulce, dulce.
Acá la foto de ambos tomando helado. Muy ellos, los dos.


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