martes, 13 de diciembre de 2011

La Plata y los Helados


Dicen que La Plata es la Ciudad de los helados. Con solo caminar por sus diagonales, los locales empiezan a aparecer. Unos lindos, otros no. Unos caros, otros no. Uno cerca de otro como si se tratara de la Warnes de los helados.

Dos abuelos esperan nuestra llegada. Costera Criolla nos lleva. Lau con Le Monde en la mano, yo con la Barcelona, ambos comprados en Retiro. Bajamos despacio porque el sueño le ganó al humor y empezamos a caminar. Luego del prejuicio y el posterior descarte de locales, compramos helado en una de esas heladerías: Plums, una típica de la zona, que al mismo tiempo representa otra etapa de mi vida.

Llegamos a la casa de Nely y Rubén, esa casa que uno llega y se siente como en su casa, como en la cada de los abuelitos de los cuentos. Comimos helado, mientras charlábamos de algunas historias conocidas aunque no por eso uno se cansa de escucharlas, de árboles genealógicos de Italia, del pasado de Rubén, de nombres pintorescos que se van poniendo de moda. De Mario, el padre de Nely, diputado socialista que escribía cartas a un amigo en Viena y de las cuales ahora soy heredero y guardo como un tesoro. El carácter de la abuela es conocido, no por ella sino porque me remonta a otras rubias de la familia. Aunque a ella, según dice, no le gusta mandar sino dirigir (dixit)

Al rato, como esta vez no comemos la ensalada de zanahoria decorada con nuez y pasa de uvas, seguimos tomando helado, luego mate con galletitas, mientras vemos los cuadros de otro de los artistas que tiene esa familia. Orgullo de los marcos que construye con sus 86 años. De los cuadros que pinta y re pinta. Del reciente alquiler de un departamento para retomar su amor por los colores, por las formas. Rubén nos muestra sus pinturas en su teléfono touch, que me hace sentir arcaico. Nely agarra mi teléfono y quiere ver una foto. Usa su dedo para pasarlas aunque ante la inminencia de nuestra risa, le decimos que mi teléfono no tiene esa modernidad.

Nely, esta vez no usa el microondas, aunque ella dice ser una cocinera veloz, mientras cuenta los segundos controlando el artefacto.

Ir allá es la paz, es el abrazo al llegar, es ver cómo a Lau se le iluminan los ojos. Es ver el oporto que este año tomaremos, cuando el invierno llegue. Es que me pregunten en el primer minuto que estoy por mis padres. Es irme y que me manden besos. Es chusmear con Nely que le gusta hablar, es mirar sus gestos que le gustan gesticular. Es ver fútbol con Rubén que es hincha de dos equipos que se fueron a la B.

Un sábado allá solo puede ser acompañado por un buen helado. Es el acompañamiento perfecto. Plums cumplió. Cuatro gustos, un heladero simpatiquísimo que nos hablaba y nos daba de probar. Probé dos, elegí cuatro.

Probé:

- Dulce de leche especial, bombones de chocolate rellenos con dulce de leche y salsa de chocolate. Excelente pero muy empalagoso. Especial para los que tienen tolerancia al dulce extremo.

- Crema de higos. Era un gusto que iba a pedir. El heladero me lo recomendó. Buenos pedazos de la fruta seca. Dulce pero no fuerte. Su parecido (aunque solo de color y estilo al Sambayón me lo impidió)

Luego pedimos:

- Sambayón. Dicen que era rico. No puedo decir nada y comparar mucho menos. No es algo que coma habitualmente.

- Dulce de leche granizado. Muy bueno. Dulce, ácido, buen color a dulce de leche moderno

- Milk choc. Crema amaricana con chocolate derretido. Siguiendo a RG, demuestra que es un buen helado. Su crema era rica. Dulce pero no tan, suave pero no tan.

- Chocolate blanco. Sin duda que se está convirtiendo en mi gusto de cabecera. Chocolate blanco sabroso, pedacitos que se mezclan y le dan crocante.

El kilo no es barato, para nada. Ochenta pesos. Pero lo vale, en La Plata lo vale, más desde que no está Ca'd'oro.

Contacto: http://www.plumshelados.com.ar/

4 comentarios:

  1. no se si ya lo hicieron, pero se impone:

    - Rosario y sus grandes heladerias
    - Cordoba y Dolce Neve (si es que aun existe)

    Me recordo a esto: http://en.wikipedia.org/wiki/The_Food_Wife

    Abrazo
    Iñaki

    ResponderEliminar
  2. Iña, no aún no hice esas heladerías, cuando me vaya para esa zona, te pido recomendaciones!
    si queres escribir algo, bienvenido, eh!
    abrazo
    d

    ResponderEliminar
  3. Dami, muy bueno lo que escribiste!!! Lo leía y me reía sola, es tal cual.
    Avisen la próxima vez que vengan y tomamos helado todos juntos. Besos!

    ResponderEliminar