sábado, 17 de diciembre de 2011

En la Zona Norte: un gordo con helado



Cinco meses, cinco kilos. Promedio un kilo por mes. No estoy embarazado pues sino estaría justificado. Busco las causas: no como galletitas en el trabajo, nunca. Almuerzo ensalada cotidianamente, no como mucho en mi casa. No tengo hábitos engordantes, sigo buscando. Me rehúso a pensar que se debe a los casi 40 post del blog. No creo que sea la causa, no quiero que sea la causa porque sino nunca lograré bajar de peso. El helado no se mancha, diría el diego. Ahora, sin embargo, puedo comentar una heladería más.

La zona norte, lo que llamamos la zona norte, nunca fue un ámbito que frecuente. Algunas veces iba a Vía Flaminia a comer el famoso cucurucho, otras veces a The embers a recordar la infancia de Callao y Santa Fé y otras a Alvear Abajo, cuando de cita iba la cosa.

El otro día fui a saludar a una amiga que tuvo una hija. Todo el mundo lleva medialunas, galletitas, budines, chocolates, etc. Yo llevo helado. Aproveché que queda cerca de una heladería famosa de la zona y me fui para allá. Arnaldo se llama. Me la habían nombrado muchas veces, la gente de la zona norte. Junto con Daniel, a la que nunca fui, dicen que es lo mejorcito de la zona.

El local, reformado afirman, se impone sobre la avenida Maipú. Un local amplio, con mil y un empleados. Todos vestidos con uniforme de heladería pretenciosa. Linda, me recuerda a Persicco. Blanca, asientos, sillones, clara.

Pedimos un kilo. Pregunto por muchos sabores pero me dicen que no le queda. Por dentro pienso: si en verano no tenes todos los gustos, cuándo. Pero no se lo digo y sigo consultando por nombres que no entiendo.

Pedimos dulce de leche granizado porque los especiales no los tiene. Pedimos, Sambayón granizado porque con almendras no tiene. Pedimos marcarpone porque me encanta. Pedimos chocolate suizo porque Split no hay. Así es la cosa, la mayoría descarte.

Comí con ilusión, la voz de muchas personas lo legitimaba. Pero, la verdad es que solo es barato, algo de 50 pesos el kilo. Todo sabe a heladería típica de barrio, nada especial dentro del pote. No entiendo porque la gente hace cola por ir ahí. Será porque es típica? Será porque es barata? Será porque les encanta?

El ambiente es lindo, la atención es cordial, más cuando hay más empleados que clientes, el lugar el amplio pero el helado normal. Todo me sabe a crema con gusto suave. Claro que no por eso dije, no gracias, no quiero más cuando el segundo potecito se había acabado.

Contacto: http://www.arnaldo.com.ar

4 comentarios:

  1. Ja! entonces no me preguntes más: Por qué engordo????? Miyagui diría: la respuesta está dentro tuyo.... en este caso aplica a todos los sentidos!!!!
    beso!

    ResponderEliminar
  2. La mejor entrada de la serie! Con carcajadas termino la lectura

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Lau por recordarme las enseñanzas y el camino....
    MT, viniendo de ud., un sr. escritor, me alegra

    ResponderEliminar