martes, 8 de noviembre de 2011

No Helado y Terapia


Este año concluí(mos) que mi proceso de terapia finaliza. El proceso fue, es y sigue siendo angustiante. La adultez se impone y no hay nada que anteponer para dejar el espacio de la primera adultez.
Recién pensando en otra cosa, se me apareció que nunca comí helado en terapia. Creo que si lo hubiera hecho las conclusiones habrían aparecido mejor y más rápidamente. Será cualquier cosa lo que estoy diciendo? Estará mal llevar un cuarto o tres kilos en la última sesión?
Si lo hago, obvio que tendré que dejar el diván porque me caerá decididamente mal comerlo acostado en un ángulo de 180 grados. Quiero la última sesión dejar el diván?

Sigo con lo que estoy haciendo, no leo para arriba porque sino creo que no lo publico.


2 comentarios:

  1. Hasta a mi me angustió leer el post!! jajaja
    Felicitaciones! Igual tranqui, creo que algunos, fervientes creyentes de el beneficio de la reflexión guiada, nunca dejaremos ese espacio, aunque cambien quién nos escuche, la forma y dónde. Es cuestión de continuidades e interrupciones, creo...
    Sea como sea, creo que la última sesión merece un cuarto quilo, al menos! Voto por la terapia+helado, sin dudarlo!!!!
    Besos desde esta Gran City!
    LR

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  2. Yo creo que podés llevar helado a la última sesión, pero será ineludible reflexionar sobre el tema ahí. Después contanos. Abrazo!
    Haimo

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