miércoles, 11 de mayo de 2011

Historias Mínimas II

Cesar Aira y "Como me hice monja":

"Nos habíamos mudado a Rosario. Mis primeros seis años los habíamos pasado, papá, mamá y yo, en un pueblo de la provincia de Buenos Aires del que no guardo memoria alguna y al que no he vuelto después: Coronel Pringles. La gran ciudad (era lo que parecía Rosario, viniendo de donde veníamos) nos produjo una sensación inmensa. Mi padre no demoró más que un par de días en cumplir una promesa que me había hecho: llevarme a tomar un helado. Sería el primero para mí, pues en Pringles no existían. Él, que en su juventud había conocido ciudades, me había hecho más de una vez el elogio de esa golosina, que recordaba deliciosa y festiva aunque no atinaba a explicar su encanto con palabras. Me lo había descripto, muy correctamente, como algo inimaginable para el no iniciado, y eso había bastado para que el helado echara raíces en mi mente infantil y creciera en ella hasta tomar las dimensiones de un mito".

Recomiendo el libro. Gracias M. Cahn por el préstamo!

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